Que todo lo bueno te siga, te encuentre, te abrace y se quede contigo

Hoy quiero hacerte llegar mis mejores deseos, como si me los estuviese dedicando a mí misma, a fin de cuentas, mientras tú mejor estés estarás sumando a mi vida, aun cuando creamos que no mueve la aguja. Hoy quiero que te prepares para recibir todo lo bueno que la vida tiene para ti.

Mientras más luz en mi mundo, independientemente de la intensidad e inclusive de la ubicación del foco, más lejos de mí estará todo aquello que se caracteriza por la sombra.

Todos somos uno

Quiero que comiences a pensar que te mereces lo mejor, quiero que en tu mente habiten aquellos pensamientos que provienen de la confianza en que lo mejor está por venir a tu vida. No importa lo que hayas vivido hasta ahora, no importa si sientes que han predominado las lágrimas de sufrimiento o bien las sonrisas radiantes en tu rostro. Quiero que sepas que eso no tiene porqué definir tu futuro y me gustaría que termines de leer esta entrada convencido de que lo mejor está por llegar.

¿Cuándo vienen cosas buenas a tu vida?

La respuesta es muy simple: ¡Cuando te lo permites! cuando te lo crees, cuando lo comienzas a vivir en tu mente, antes de que ocurra en tu vida, cuando te enfocas en ello, no desde la carencia, sino de la sensación de satisfacción de haber llegado a ese punto.

Atraer a nuestras vidas es un proceso constante, que queramos o no ocurre. Pero por experiencia, todos y cada uno de nosotros, podemos dar testimonio, de que no siempre, atraemos lo que sí quisiéramos, de hecho, la gran mayoría termina atrayendo justamente lo contrario a sus vidas. Y como si esto fuese poco, lo positivo que atrae, termina alejándolo con patrones de escaso merecimiento, por enfoque inadecuado, por miedo a perderlo.

Luego, hagamos una práctica…

Vamos a seleccionar un día, puede ser hoy, puede ser mañana, 24 horas continuas, contando allí las horas de sueño y descanso, pero con fecha lo más cercana posible, para activar nuestra fe, para conscientemente tener expectativas positivas, para esperar el mejor resultado posible, para enfocarnos en lo que queremos y en lo que nos gusta, sin tomar en consideración ningún pero y sin quejarnos por nuestro momento presente.

Se ve sencilla la práctica, ¿verdad? Bueno, les recuerdo que la fe implica creer en algo que no vemos, creer en milagros, creer que algo que no tenemos ni idea de cómo va a ocurrir, se manifestará. Y esto requiere de mucho ejercicio consciente.

Esperar el mejor resultado posible, nos invita a enfocarnos en lo que sí queremos, en lugar de pensar en lo que queremos evitar. Enfocarnos en lo que queremos y en lo que nos gusta, nos invita a colocarle los ojos y la atención a la otra cara de la moneda.

El no colocar peros, es permitirnos experimentar nuestro poder creador, es permitirnos conectarnos con nuestra fuente y sacar de allí lo que queremos, ella nos lo dará si eliminamos las resistencias (peros).

La queja nos cierra los ojos ante lo que nos genera bienestar, nos conecta con el malagradecimiento. No podemos sentirnos agradecidos si nos estamos quejando, si estamos criticando, si estamos juzgando… Conectarnos con la gratitud es abrir la puerta por donde entrará lo que nos gustaría que se presentara un nuestras vidas y continuar con esa actitud nos permite crear el ambiente para que sigan llegando cosas buenas y hacerlas permanecer.

Practica esa actitud un día y prueba cómo cambia todo, te gustará y querrás practicarlo con más y más frecuencia y si sigues esa inercia, los cambios serán prácticamente irreversibles.

Mi mensaje de cierre:

Que todo lo bueno te siga, te encuentre, te abrace y se quede contigo… y como para el universo no existe lo bueno y lo malo, él solo se encarga de complacerte, pues tu trabajo será cuidar desde dónde atraes, desde cuál vibración. Conéctate con tu poder creador de forma deliberada, valora tus milagros actuales y prepárate para todos los que vendrán a tu vida.

Por: Sara Espejo – Reecontrate.com